En esta etapa surgen los momentos óptimos para el aprendizaje y la adquisición de hábitos. Estimulamos su interés por aprender y conocer el mundo que les rodea.
Enseñamos a nuestros alumnos a desarrollar un sentido crítico y reflexivo, favoreciendo una futura personalidad madura.
Para cada niño hay una auténtica atención personal, diferente y acomodada a su proceso de aprendizaje. Todo ello contando con una estrecha colaboración con las familias.